Cartel de promoción de la serie La casa de los líos |
En la segunda mitad de
la década de los noventa se produce un crecimiento espectacular de las series
de televisión, gracias al desarrollo experimentado en años anteriores. El
máximo esplendor llega debido a que las cadenas conocen los beneficios que les
pueden aportar las producciones propias, ya no son simples emisores sino que
producen, esto conlleva que pueden volver a emitir las veces que quieran su
producto y además, venderlo a otros canales, y finalmente, las series les dan a
las televisiones una impronta que ayuda a mejorar su prestigio e imagen.
Tres series de la
temporada 95-96 marcarán este periodo de la historia ficticia televisiva: La casa de los líos de Antena 3, Médico de familia de Telecinco y Hostal Royal Manzanares de TVE. El éxito
de las tres se tradujo en una audiencia masiva llegando a alcanzar algunos de
sus capítulos entre siete y once millones de espectadores.
Médico
de familia se convierte en la serie más recordada y valorada
por nuestros seguidores. Se trata de una ficción que supo aunar una buena
producción con innovaciones traídas desde Estados Unidos por el propio Emilio
Aragón, por ello, “es una de las series que ha alcanzado los mayores niveles de
rentabilidad porque fue novedosa en los años 90” afirma la profesora Mercedes
Medina en una entrevista concedida a Esta noche a las 10. Además es una serie
que ha marcado un antes y un después en el tratamiento empresarial ya que reúne
todo lo que tienen que tener, según Mercedes Medina, para ser un buen producto
comercial y conseguir ganancias, “en primer lugar, tiene que estar basada en
una buena historia, es decir, que verse sobre temas universales que interesan
al público como las relaciones humanas, el dolor, la redención, la búsqueda de
la felicidad, en segundo lugar, tiene que estar bien contada, la interpretación de los actores ha de ser
natural, verosímil y amable, finalmente, ha de dirigirse al público objetivo
para el que está hecha, por tanto, debe adecuarse a sus gustos, intereses,
momentos y modos de consumo”.
Imagen de la serie Hostal Royal Manzanares |
En final de este
periodo las tramas cambian con series como Periodistas
(1998) o Policías: en el corazón de lacalle (1999). Según Mario García de Castro, “el protagonismo del hogar como
espacio de representación de las relaciones personales, sociales o incluso
convencionales cambia. Es la evolución que se produce de las comedias
domésticas de carácter familiar a las series de temática profesional, que al
igual que las familiares pueden ser consideradas como un género distinto”.
Las series
profesionales beben directamente de ficciones como Anillos de oro (1983) y
Brigada Central (1989) y se caracterizan por tener como principal escenario el
lugar de trabajo, donde los protagonistas realizan su vida profesional y
personal. Se utilizan profesiones en las que los personajes puedan estar en
contacto directo con el público, adquiriendo así una función social.
Cabecera de la serie de Telecinco, Médico de familia
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