A lo largo de la década
de los 80 comienza a producirse en toda Europa una liberalización del mercado
de las comunicaciones que en España se traduce, primero, con las cadenas
regionales y, segundo, con dos nuevas televisiones privadas que emprenden sus
emisiones en 1990: Antena 3 y Telecinco. Esto supone para TVE un descenso en la
audiencia a favor de las dos nuevas cadenas.
Imagen de la serie de Antena 3 Farmacia de Guardia |
Todo ello determinó a
las series de televisión españolas que se vieron favorecidas gracias a una sucesión
de factores: las nuevas cadenas les otorgan el prime time de su parrilla, Televisión Española cambia su sistema de
producción para adaptarse a sus competidoras, las producciones extranjeras ven
descender su hegemonía a favor de las nacionales debido a que se produce una
identificación entre éstas últimas y el espectador, se produce el surgimiento
de las productoras independientes especializadas en series, así nace Globomedia y, por último, la necesidad de fidelizar al telespectador provocado por la
medición de las audiencias.
Hay que destacar un
cambio que provoca este periodo relacionado directamente con las series y que
Patricia de Diego considera muy importante. En relación con el método de
producción, “se produce el paso de series de ficción de ‘corto recorrido’ a
series de ‘largo recorrido’, diseñadas y producidas para que perduren en antena
más de una temporada”. Unida, además, con un nuevo género, la comedia, como
asegura Luis Miguel Carmona “en los años 90, con el nacimiento de las privadas,
el público aceptó comedias de situación – alargadas hasta la extenuación-, de
humor blanco y familiar que causaron auténtica sensación como Farmacia de guardia en Antena 3 y Médico de familia en Telecinco. Quizá
porque eran las tramas más sencillas y sin riesgo alguno para la audiencia
(para todos los públicos)”.
Una práctica, la de
alargar las tramas de algunas ficciones según el éxito que obtengan del público,
que en la actualidad puede ser considerada contraproducente, “está claro que
algunas series fueron perdiendo interés pero seguían temporada tras temporada
sin mucho sentido, como es el caso de Compañeros(1998) o Periodistas (1998), por
ejemplo, donde la última temporada fue una gran decepción”, afirma Carmona.
La serie Farmacia de Guardia (1991), una de las
mejor valoradas por nuestros seguidores, marcó un antes y un después en la
ficción nacional, sin embargo, durante sus dos primeros años de emisión los
resultados de audiencia fueron bajos. A pesar de que no fue la primera serie
propia de Antena 3, es el máximo exponente a resaltar en este periodo, ya que
su emisión termina con el mismo en 1995.
Fragmento de la serie de Antena 3 Farmacia de Guardia
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